Un paso más hacia la culminación del templo

El sábado 7 de junio, vivimos un momento profundamente significativo en la construcción del templo del Ministerio del Tabernáculo. Con la bendición de Dios y la colaboración de una iglesia unida, se realizó el echado de la loza del cuarto nivel, un avance importante que nos acerca cada vez más a la culminación de este sueño que el Señor ha puesto en nuestros corazones.

Desde tempranas horas del día, hermanos y hermanas se dieron cita con entusiasmo y disposición para apoyar en esta labor. Algunos llegaron con sus palas, overoles, guantes y muchos más con el corazón dispuesto al servicio del Señor. La mezcla de concreto, la coordinación del vaciado, el paso de los baldes y el ritmo constante de trabajo fueron testimonio vivo de lo que se logra cuando la iglesia trabaja en unidad.

Cada palada, cada esfuerzo y cada gota de sudor fue una ofrenda voluntaria, no solo para levantar una estructura física, sino para edificar un lugar santo donde el nombre de Cristo será glorificado por generaciones.

El vaciado de esta loza representa más que concreto y varillas: representa compromiso, unidad y esperanza. Como iglesia, seguimos firmes en la visión que el Señor nos ha dado, confiando en que “el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).

Queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento en primer lugar a Dios y a todos los hermanos y hermanas que apartaron su tiempo, su fuerza y su amor por la obra de Dios.

Agradecemos también a quienes, aunque no pudieron estar presentes físicamente, estuvieron orando desde sus hogares o apoyaron con materiales oo recursos económicos. Todos son parte de este paso de fe.

Sigamos adelante, hermanos 🙌

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